Comparto una anécdota de mi primer día de trabajo. Para que vean que todo lo que hacemos en esta vida tiene consecuencias y lo que empezó como un pasatiempo (mi blog) ahora es parte de mi trabajo.
De pasatiempo a pasión: crónicas de una editora
De pasatiempo a pasión: crónicas de una editora
Siete treinta de la mañana, aún siento las frescas sábanas que arropan mi sueño, a lo lejos escucho la música salsa de mi alarma que brinda el ritmo para empezar mi día. Abro los ojos, sobre el sillón, diviso el atuendo negro que cubría todas las expectativas del look profesional, un atuendo que solo utilizaba en mis días de exposición y ahora lo utilizaría en mi primer día de trabajo.
Mientras me maquillo pienso que me espera en esta nueva etapa de mi vida, que responsabilidades tendré en mi puesto y como será mi desempeño. Me viene a la mente que no sé mi horario de trabajo, por lo que doy por hecho la entrada a las 10:00 am, como me habían citado la última vez, de pronto suena mi celular, es un mensaje avisándome sobre una junta a las 8:30 am, que oportuno, primer día y llegaré tarde.
Tras un desayuno apresurado, me dirijo a toda velocidad a mi nuevo trabajo, que se ubica hasta el otro hemisferio de la ciudad, aun mi subconsciente no se adapta al camino por lo que las ideas que viajan en mi cabeza me convierten en un peligro al volante.
Al llegar me dirijo al curso para reporteros, con mi maletín amarillo canario en brazo, que bien podría ser usado como chaleco preventivo al cambiar una llanta, en qué momento se me ocurrió comprar un maletín de ese color, en fin en algo me servirá.
Presto atención a cada comentario del expositor, aun espero que en cualquier momento aparezcan las cámaras de televisión y me digan- ¡Caíste! como una broma muy bien planeada. Por el momento todo va bien, mi falta de experiencia no me ha evitado comprender cada palabra que se describe, incluso he dado comentarios decentes.
Me doy cuenta que mi lengua no responde como debería, trato de hacer un comentario y se escucha muy distinto a lo que mi mente me dicta, quizá son los nervios. Nunca he tenido dificultad para expresarme pero mi lengua parece querer actuar como mi enemiga, a cómo pasan las horas me doy cuenta que vuelvo a tener las riendas de mi habla.
El curso parece terminar, nos están dando las últimas indicaciones sobre lo que parece ser una tarea muy sencilla, no obstante sería todo lo contrario, es una de esas asignaciones que sólo se ven en los “reallity shows” y de los cuales nunca creí ser parte.
Es pleno mediodía, el calor es sofocante y en verdad me arrepiento de traer puestas estas zapatillas, pero es necesario dar lo mejor de mí y descubrir lo que al parecer los demás ya vieron, llego el momento de saber el por qué soy la elegida para ser editora en este nuevo proyecto...
GET WILD!!..TAKE CARE!!..
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