"La familia es el primer regalo que recibimos", eso fue lo que escuché decir al padre mientras presenciaba la oración en el funeral de Jesus Osuna Suira, el hermano de mi abuelito, ese viejito con un lunar de canas y lentes oscuros, que veía en las mañanas con su café y su periódico en el arbolito del taller o caminando por todas las calles de la ciudad. Mi tio chuy, como le llamaban todos, era un reconocido periodista con una trayectoria de más de 50 años, con un carisma que le permitió la amistad de políticos, artistas, empresarios y más. Entre las cosas que más recuerdo es que de niña me llevaba todo lo que encontrara de Enrique Iglesias, porque por alguna razón se entero que era mi cantante favorito, por desgracia los últimos años el único contacto que tenía con él eran sus anécdotas en la Tribuna, descritas hasta el último detalle donde te hacían sentir, saborear, oler, ver y escuchar cada una de sus vivencias.
Es interesante como somos extraños en nuestra propia familia, donde cada integrante tiene una gran historia, abuelos, tíos, papás todos tienen tanto que enseñarnos y la mayoría de las veces no aprovechamos ese regalo, entre más grandes somos menor es el tiempo que pasamos en conocer a nuestra familia, tenemos mil amigos en facebook, pero que a nuestra mamá ni se le ocurra agregarnos, abuelitos, que nos da flojera visitar y tíos que ni siquiera sabemos que existen.
Si bien soy una persona que no cree en el arrepentimiento, si hay algo de lo que me he arrepentido, y es en conocer la historia de los demás, se que tuve la oportunidad de conocer más a mis abuelos y a mis tíos y se que ellos hubieran sido felices de compartirlo, pero no lo aproveché en el momento y ahora no puedo saberlo de sus propios labios.
Cada persona guardamos un tesoro y no son nuestros bienes, porque el dinero viene y va , son las experiencias y los recuerdos, algo nuestro que nadie nos puede quitar, algo que podemos heredar a nuestros seres queridos y ellos sabrán compartirlo con los demás, no nos esperemos a estar sentados en una sala fría, llena de caras tristes y coronas, para conocer a quienes se han cruzado en nuestra vida, aprovechemos a quienes tenemos y despertemos la curiosidad por saber que nos puede dejar esa persona y porqué está en nuestras vidas.
XOXO, A
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